Planificar en la cocina y hacer tu menú semanal son la clave
Hoy os vamos a explicar un pilar clave para simplificar nuestra vida, ahorrar euros y tener más tiempo libre para estar con nuestros hijos. ¿Suena bien?. ¡Pues sigue leyendo!.
¿Cuáles son los beneficios de hacer un planning con tus menús?:
1. Reduce el estrés.
Muchas veces nos encontramos con la incertidumbre de qué vamos a comer mañana, sumado a tener poco tiempo y la nevera vacía. Esto supone una pérdida de energía inmensa y en mayor o menor medida, cierto agobio.
2. Ahorras dinero.
Planificar el menú nos permite ahorrar euros al reducir caprichos superfluos y elegir prioritariamente productos de temporada para incluirlos en tus platos. También ahorras dinero al evitar tener que tirar comida, muchas veces compras y se queda olvidada en la nevera.
3. Ahorras tiempo.
No tienes que ir repetidas veces a la tienda o mercado, pues semanalmente elaboras tu lista de la compra y te ciñes a ella. Relacionado con el ahorro de dinero, si tienes que hacer la compra en coche también reduces gasto en gasolina al hacer menos desplazamientos.
4. Permite comer más sano, equilibrado y con consciencia.
Al ver el panorama general de tus comidas semanales serán mucho más variadas y equilibradas nutricionalmente.
5. Evitas tirar comida.
Muchas veces nos ha pasado que alguna verdura o fruta se ha ido quedando en el fondo de la nevera hasta pasarse o ponerse lacia, o tener que tirar comida por falta de organización. Planificando los menús es menos probable que esto ocurra, ya que compras lo que realmente necesitas.
¿Cómo empiezo a organizarme?.
Tras ver los aspectos positivos que tiene planificar los menús, vamos a dar unas breves pistas que te pueden ser útiles:
– Tener en cuenta tu ritmo de vida, y en base a ello plantearte objetivos realistas. No es lo mismo cocinar para uno solo que para una familia entera, estar en paro o trabajar jornada partida, que te guste la cocina o no… No hay cosa más frustrante que plantearte unos objetivos y no cumplirlos, para ello recomendamos reflexionar sobre la situación y posibilidades concretas de cada uno y a partir de ahi, hacer un menú semanal realista.
Por ejemplo, si trabajas hasta las 21:00 de la noche, en ese momento no te va a apetecer ponerte a cocinar, por lo cual lo deberás tener ya hecha o casi a punto la cena. Si comes fuera de casa a menudo, te costará seguir un planning, aunque puedes optar por llevarte tu comida casera preparada en tuper.
– Cocinar de víspera es una buena idea, o también con ciertos platos hacer más cantidad. Por ejemplo, si haces lentejas, añade más a la olla y las puedes comer un par de veces esa semana y congelar el resto en pequeñas porciones, o directamente congelar lo que no vayas a comer ese día. Congelar la comida no es lo ideal, peeeeeero, cada uno hace lo mejor que puede en base a sus circunstancias. Más vale comida casera congelada que tirar de precocinados, empaquetados o enlatados. A nosotros nos va bien congelar legumbres ya listas, sabemos que una mañana a la semana la tenemos libre sin cocinar y podemos salir al campo con el peque.
Ante todo ser prácticos y priorizar para ser más felices.
-Incluye legumbres como mínimo 2 o 3 veces por semana. A nosotros nos encantan, son muy sanas, baratas, ricas y creativas. No hace falta ceñirse al tipico plato de legumbre de cuchara, que también está genial. Puedes hacerlas en formatos distintos: hummus de garbanzos, albóndigas de lentejas y mijo, ensalada de judías blancas, germinados de lentejas…
-Consume cereales en abundancia, ya que también hay una gama muy rica de cereales para ir variando sin aburrirse. Dar preferencia a los integrales y si es posible ecológicos. Arroz integral, mijo, quinoa, cebada, avena, kamut…
-La auténtica clave para ahorrar y comer sano es hacer menús basados principalmente en verduras y hortalizas frescas. Si puede ser cruda, mejor, preservará su vitalidad y propiedades. Las ensaladas son muy rápidas de hacer, versátiles. ¿No has probado a sustituir la lechuga por lombarda en la ensalada?. Mmmmmm. Una gran fuente de ensalada debería abrir cada comida. También puedes elaborar ricos platos cocinando las verduras y hortalizas al vapor, wok…
-Para las cenas puedes recurrir a sopas, cremas, algún paté o similar para tomar con crudités…
-Aunque tu menú esté perfectamente planificado, hay que ser flexible. Te vendrá bien tener en la nevera algo extra preparado, quizás algún día no te apetezca cocinar,tengas menos tiempo o surja cualquier imprevisto. Quizás un tapenade, un paté de remolacha o un caldo que te permitan salir del paso.
–Anota tu planning por escrito y colócalo en un lugar visible de la cocina. Te será más fácil organizarte y seguirlo.
Estos son nuestros consejos sobre como hacer la planificación de menús y ahorrar. Tal vez te apetezca hacer el planning quincenal, en lugar de semanal. Lo interesante es encontrar la fórmula que mejor se adapte a cada uno. Y si aún con planning, te cuesta seguirlo, piensa que la semana siguiente puedes volver a intentarlo.